La verdad es que estoy deseando que empiece a funcionar pronto el comedero que tenemos en el valle, y nos sorprenda con la entrada de alguna especie nueva que no hayamos fotografiado allí.
Personalmente disfruto bastante en estas pequeñas sesiones en hide fijo, sobretodo porque normalmente este tipo de escondites permanentes te permiten compartir la experiencia con algún compañero de afición.
Sin este tipo de comederos, conseguir una foto así de una especie como esta sería casi imposible.
Tomada este pasado mes de Marzo en el comedero del amigo Miguel Velázquez, con quien a parte de disfrutar de su compañía, siempre aprendo algo. Gracias maestro.
Con el equipo de siempre: Olympus E-510 + Zuiko 70-300 + trípode + hide fijo
Muchas gracias por los comentarios a la anterior entrada.