Una especie a la que tenía muchas ganas de fotografiar, por lo bonitos que son, ya tenía algunas fotos de la hembra en el valle, pero me faltaba el macho en mi colección. A la hembra la dejamos para otra ocasión, para dedicarle el protagonismo que se merece.
Me costó bastante exponer bien las tomas, por el fuerte contraste entre blancos y negros, y las condiciones de luz tan cambiantes que teníamos, pero gracias a los consejos del amigo Miguel, creo que pude conseguirlo de forma medio decente. A él va dedicada esta entrada, ya que sin su trabajo previo, no hubiese conseguido estas fotos. Gracias Miguel.
Espero que os gusten.
Con el equipo de siempre: Olympus E-510 + Zuiko 70-300 + trípode + hide fijo y buena compañía.
Muchas gracias a todos por pasar y comentar